La felicidad

Qué lenda flor, hermosa flor, que lenda flor (8) Amiguitos, tengo algo que contarles! Nu lu podrán creer... ROSI ESTA AQUÍ EN LEMA. Me sorprendió arshto su llegada. Estaba yo vigilando el local de mis patrones, muy feliz en mi nuevo puesto, cuando veo que una lenda mujer se me acerca, con sus bolsas, su trenza larga y sus coloridas polleras y me quede pensando: ¿ROSI? NO LO PUEDE SER. Y ella se me acercó y me abrazó muy fuerte. Me dijo que vino porque necesitaba verme y darme fuerzas y que habia dejado a mis niñas con su hermana la Mari, tan lenda mi cuñada, mis hijitas la quieren mucho.

Entonces, estaba yo con mi Rosi cuando en eso se aparece Manuel, mi patroncito y me dijo que esta no era hora de refrigerio ni de visitas y me dijo que me ubicara porque sino me ponian de patitas en la calle. Rapidito tuve que decirle a Rosi que se vaya y que me espere en el parque terminaba mi turno a las 5. Ella se fue y me esperó.

Cuando llegue al parque, ella se estaba comiendo sus humitas con tallarines verdes y mi plato me estaba esperando calientito, ay como me extrañaba eso. Entonces, empecé a comer y me dijo que se iba a quedar por una semana y que por mientras conseguiría trabajo de lavandera. Yo le dije que no era necesario, que con mi puesto de vigilante era suficiente, pero ella tercar, terca como yo me dijo que lo haría. Su plan era que más adelante, toda la familia este junta y unida en Lema, que juntos salgamos adelante. Si ese es el plan, creo que vamos en buen camino padrecito.